El día 26 de junio todos los cadistas incondicionales tenían sus cinco sentidos en Alicante, bien sea en directo, por internet, por radio o por televisión, nadie pensaba en otra cosa que no fuese ese partido. ¿Nadie?, ¿seguro?.

Os presentamos la más bella historia paralela al ascenso del Cádiz.

Manolo Tirado es el dueño del bar Hugo, un local situado en pleno corazón de Barbate, que es ineludible visitar si quieres tapear o comer con calidad y a buen precio. El nombre viene por su hijo Hugo que tiene 3 añitos y ya presume de cadismo por su padre y su abuelo Ambrosio. Manolo saca tiempo de su trabajo para poder acercarse a Carranza y vivir en fondo sur los minutos que su trabajo le deja junto a su Cádiz. En el bar, se puede ver todo tipo de adornos cadistas y recuerdos de la peña cadista Sección Barbate.

Aquel 26 de junio mientras aproximadamente 4.000 cadistas en la grada y miles más en distintos puntos del mundo gritaban entusiasmados por el inicio del encuentro, Manolo acompañado de su mujer Maria Isabel Anillo, acudían al hospital Puerta del Mar. No por enfermedad menos mal, sino porque su segundo hijo Alvaro estaba a punto de nacer. Por eso Manolo mientras oía como se celebraba el gol de Güiza en el minuto 19, ayudaba a su esposa porque el parto era inminente. Allá que se cumplía el minuto 32 de la segunda parte, cuando un grupo de cadistas ya no aguantaban más y empezaban con los primeros cánticos que celebraban el ansiado ascenso a segunda A. Era en ese preciso instante cuando nacía Alvaro Tirado Anillo, con su equipo en la Liga2, con la alegría desbordada y con ese primer llanto de vida que sonaba a ¡Ese Cadiii.... oeeé!. No le pregunten a Alvaro por ascensos frustrados, por 6 años para salir del pozo, por tantas decepciones acumuladas, pregúntenle por un futuro ilusionante que se abre en segunda división A.

Enhorabuena a la familia Tirado Anillo por ese gran cadista de unos días de vida, que viene ya con un pan bajo el brazo.