Mágico y los niños
Llegaba Mágico a Carranza para demostrar que no había perdido nada de su magia. Lo demostraba en el partido entre los veteranos del Cádiz CF y los Pachines con pases medidos y su gol de penalti, pero su magia no quedaba solo ahí.
Fuera de los terrenos de juego es conocido el encanto de Jorge hacia los niños y hay miles de anécdotas que así lo atestiguan. Cuando bajó a inaugurar la puerta número 5 se dirigía velozmente hacia ese grupo de pequeños que con caritas emocionadas, saltando desde hacía 3 horas esperaban ansiosos a su ídolo. Mágico les recompensó la espera con creces, abrazos, sonrisas, gracias en cada foto, posaba la mano sobre sus cabezas, autógrafos y volvía a repetir la foto con los mismos protagonistas, los pequeños.
Cuando los adultos intentaban interponerse y ocupar el sitio de "sus niños" sacaba su magia de nuevo, culebrita macheteada y otra vez aparecía colocado entre los peques.
Así es Jorge Alberto González Barillas que volvió desde El Salvador para volver a desparramar su magia por su "Cadi" de siempre donde jamás se olvidará al ídolo, al mito, a la leyenda...